#Mujeres #Nicaragüenses #SigloXX #SigloXXI
Yo sin ti pero contigo llevando a cuestas tu muerte. Mi soledad y la tuya
Mi querido Odiseo: Ya no es posible más esposo mío que el tiempo pase y vuele y no te cuente yo
Yo, poeta de oficio, condenada tantas veces a ser cuervo jamás me cambiaría
Sólo éste ahora es mío este momento el pasado escapó y no vislumbro el rostro del futuro.
A veces pienso en ti en lo que pudo ser en tu ternura presa en las deshoras.
¿Qué fue de ese poema que no pude atrapar el que pasó rengueando frente a mí con las alitas rotas?
Soy una chispa en la tierra un desahogo fugaz del corazón que nos piensa.
Fui la nube y la lluvia y el mar y quiero ser la tarde y la muralla
No pienses en mañana ni me hagas promesas ni tú serás el mismo ni yo estaré presente. Vivamos juntos la cima de este amo…
También me gusta el amor al que le cierran la puerta el que entra por la ventana volando sobre una cuerda.
Has entrado al otoño me dijiste y me sentí temblar hoja encendida que se aferra a su tallo
Solos de nuevo solos sin palabras sin gestos sin adornos
Muero de a poco, amor no es la muerte sorpresa que deseaba la que libera y lanza
Sólo cuando me amas se me cae esta máscara pulida y mi sonrisa es mía y la luna la luna y estos mismos árboles
Cuando el amor se aja se marchita se te vuelve amarillo no hay remedio sólo te queda