#EscritoresNicaraguenses
Quiero entrar a la muerte con los ojos abiertos abiertos los oídos sin máscaras sin miedo
Qué lástima que duermas y se interrumpa el diálogo y no sientas mi beso en tus ojos cerrados. Qué lástima tu infancia
Soy una chispa en la tierra un desahogo fugaz del corazón que nos piensa.
Estás vivo en mi pecho y sólo yo te siento. Eres el alquimista que transforma en poesía nuestro llanto.
Muero de a poco, amor no es la muerte sorpresa que deseaba la que libera y lanza
Mi laberinto es circular voy cavando en el aire con los ojos clavados en la muerte que me bebe
¿Cómo será el encuentro? Descarnados los dos sin tu mirada sin mis labios posándose en los tuyos.
Has entrado al otoño me dijiste y me sentí temblar hoja encendida que se aferra a su tallo
Dame tu mano amor, no dejes que me hunda en la tristeza. Ya mi cuerpo aprendió
Fui la nube y la lluvia y el mar y quiero ser la tarde y la muralla
Cuando el amor se aja se marchita se te vuelve amarillo no hay remedio sólo te queda
No pienses en mañana ni me hagas promesas ni tú serás el mismo ni yo estaré presente. Vivamos juntos la cima de este amo…
¿Qué fue de ese poema que no pude atrapar el que pasó rengueando frente a mí con las alitas rotas?
Desde tu ausencia llamo de tu exilio desde este viento sur que te convoca
Barajando recuerdos me encontré con el tuyo. No dolía. Lo saqué de su estuche, sacudí sus raíces