Cm

Ella Sabía Que Yo Iba a Decir Que Sí

 
 
No fue un accidente.
No fue un desliz.
Fue una mirada que duró medio almuerzo
y se clavó más hondo que cualquier tenedor.
 
Ella,
la hermana de la que firmó mis votos,
con la blusa muy abierta
y las piernas muy cruzadas
como quien guarda secretos que gritan.
 
No dijo “ven”.
Dijo “ya era hora”.
 
Yo no fui.
Fui llevado.
Por sus uñas, por sus ojos,
por esa voz baja que no usaba palabras,
solo suspiros con coordenadas.
 
En la sala, sin música,
sin culpa,
sólo el eco de su risa cuando me bajó el cierre
como si supiera que me iba a tragar.
 
Ella no tembló.
Ella tomó.
Como quien cobra una deuda antigua
con intereses de deseo atrasado.
 
La mesa fue altar.
Su boca fue mandamiento.
Y cuando terminó,
no pidió disculpas.
 
Me miró.
Se tocó el cuello.
Y dijo con voz ronca:
“Era mío desde hace años.
Gracias por devolverme lo que siempre fue mío.”

Otras obras de Cm...



Arriba