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El mismo cielo

No le temo a las distancias porque confío plenamente en que las mejores conexiones no son físicas, que sí, que abrazar y percibir el aroma de la otra persona se siente bien, pero nada se compara con los abrazos que se sienten en el alma.

No le temo a las distancias porque hay personas que con sus palabras y acciones saben desaparecer los kilómetros y nos llevan a casa.

No le temo a las distancias porque sé que algún día estas se acaban, mas los sentimientos verdaderos saben esperar y perduran por la eternidad.

No le temo a las distancias porque he aprendido a querer más allá de lo que se puede tocar, porque he comprendido que nada está tan lejos si te permites sentir desde el corazón y es que; al final todos vemos el mismo cielo.

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