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Jamás

Jamás tengas una relación a distancia, porque te emocionarás ante los buenos días y sus despedidas antes de dormir. Aprenderás la forma que tiene de escribir y sus cambios de humor con tan solo una coma, un punto, o un emoticon.

Jamás te enamores a distancia porque aprenderás que un enojo no es tan fácil de solucionar, no podrás salir corriendo a preguntar, Cuál fue el motivo de su molestia?.

Cada vez que tengas un logro, no podrás correr a contárselo y abrazar a esa persona, tendrás que reprimir los deseos de mirar sus ojos, besar sus labios y decirle el orgullo que sientes.

Nunca tengas una relación a distancia puesto que las citas jamás seran como estás acostumbrado.
Una pantalla siempre estará obstruyendo la clara visualización de una sonrisa, el tacto de sus manos y el aroma de su piel.

Jamás te enamores a distancia porque al final del día solo querrás llamar para saber, Cómo le fue en su día?, lo que hizo, lo que comió, y como la pasó. Estarás pendiente de la hora en la que duerme, aunque te desveles más de la cuenta. Y vigilarás la hora de su despertar porque conoces a esa persona y porque la quieres contigo.

Nunca tengas un amor a distancia porque los celos serán más frecuentes.

Cuando se encuentre mal, la impotencia te estrujará el pecho, pues no podrás abrazarle, ni acariciarle, sólo podrás llamarlo para decirle que todo estará bien. Las risas serán algo que valorarás tanto que cada día que las escuches.

Nunca tengas una relación a distancia porque cada día el deseo de estar con esa persona será cada vez más y más fuerte. Imaginarás estar a su lado mirándole prosperar, imaginando cada movimiento, paso, o acción. Atesorarás cada palabra de cariño que te diga. Imaginarás la textura de su piel, el aroma de su fragancia, el brillo de sus ojos, lo bello de su sonrisa.

Valorarás cada pequeños detalle que haga por ti.
Aprenderás que los defectos físicos son lo menos importante cuando existe amor limpio y puro, nada de eso importa.

Jamás te enamores a distancia porque te puedes sorprender de lo grandioso que es enamorarse de un alma antes de tocar su piel.

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