Hoy, no tengo ganas
No quieras que te explique, ni me pidas que hable.
Hoy me pesa tanto la vida que me ahoga.
Mis propias lágrimas me dejan sin aire.
Hoy casi no pude sonreír.
Sí, sé que siempre intento hacerlo, pero hoy, por favor no me preguntes.
Hoy no puedo conmigo.
Necesito un descanso de mi angustia.
Necesito un descanso de mí.
Hoy solo quiero hacerme bolita en la cama, taparme, llorar y esperar a que me hagan caricias hasta quedarme dormida.
El dolor me traba la garganta. Ya ni quiero llorar.
Tengo un nudo que me atraviesa y paso de querer comer todo a no comer nada.
Tengo días así.
Días en los que la vida me pesa demasiado y no puedo más.
A veces, sé exactamente por qué quiero llorar o por qué me duele.
Otras, simplemente, es angustia que no puedo explicar.
Hoy, todavía no sé.
Supongo que vengo guardando tanto que necesito dejarlo.
Descargarlo, para poder seguir.
Hoy siento me duele el alma.
Me llora la piel.
Mi ser me grita que no aguanto más.
Necesito que la vida me duela menos.
Esta noche, voy a intentar conciliar el sueño y esperaré a que la tormenta pase. Que me ahogue, pero que pase.
No tengo ganas de animarme, ni meterle garra.
Hoy solo quiero llorar y desear que mañana sea un día mejor.
