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Huir de mi

Creo que a todos alguna vez nos sucedió, de querer huir de nuestra propia mente; de los pensamientos y todas aquellas cosas que rondan por ella. Pareciera de a momentos, que todo eso logra superarnos, y así es como luego no podemos, o no queremos hallar una posible salida o más bien una solución. Huir no es lo correcto, aunque sea lo primero que se nos venga a la cabeza. Hay que hablar, aunque sea con alguna pared u objeto; pero hay que ventilar un poquito el alma de vez en cuando. Porque quizás tenemos de todo un poco en la mente, tanto cosas buenas como malas. Y esa limpieza no consiste en abandonar u olvidarnos de todo; sino en valorar nuevamente todo eso lindo y apreciable que tenemos, y en intentar limpiar y barrer todo lo malo; aquello que entristece, molesta, o nos estorba en otros caminos.

Siempre pensé que era y de hecho será muy fácil hablar de lo demás, incluso de aquello en lo cual no nos involucramos ni en lo absoluto; pero ya es tema aparte cuando uno tiene que hacer auto crítica, y hablo de lo bueno y lo malo en iguales dimensiones. Cuesta un montón ver dentro nuestro a veces, pero es necesario. Es necesario ventilar el alma y la mente de vez en cuando, porque nunca tenemos que dejar de crecer como personas en todo aspecto. La vida no termina cuando se logra aquello que se desea, o se supera lo “peor”; la vida continúa, y en cada día aprendemos y mejoramos en miles de condiciones y hábitos.

Permítanse crecer, corregir errores, mejorar, pero siempre viendo a través del corazón. A veces tenemos tantas cosas dando vueltas dentro nuestro, que quizá no tienen otro fin que hacernos mal, o complicarnos en muchas cuestiones. Hay que valorar y agradecer un montón eso que tenemos y hace bien, además de hacerlos presentes en todas las adversidades. En cuanto a lo difícil, hay que intentar procesar y sobrellevarlo de la mejor manera posible, porque siempre nos tocan atravesar cosas que nos hacen mal, que capaz no podemos desligarnos de ellas. Pero si no tienen otro fin que hacernos muy mal y a la vez sin nosotros poder intervenir en ello, hay que aprender a dejarlos ir, a liberarlos de nuestros pensamientos. Hay que crecer, mejorar y ventilarse de vez en cuando. Si lo necesita algo material, imaginen nosotros, siendo seres que vivimos, hacemos y sentimos.

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