16 enero 2021
Captar la existencia como un círculo, como dar vueltas ante la luz, pero solo para proyectar sombra. Requerir de la fortaleza necesaria para romper el vínculo, reprender a la excusa para retarme. Decidir morir pero no para pasar a otro plano sino para descansar del mismo concepto.
Restarle vidas al cuerpo y cuerpos al alma, para entender. Engendrar el silencio de las pocas palabras que me faltan, de las sílabas que me restan y de los ruidos que provocan guerras.
Retar el deseo, evocar el pecado que causó la infiltración de mi ser en el tuyo querida, matar a la serpiente. Mudar de piel, porque el alma la mudé sobre ti. La fresca carne aumentó la debilidad ante el peligro que representas, algo indudable, incomprensible, irretractable, iluso ante el conocimiento, perpetrado por el engañoso y asqueroso tiempo.
Quiero salir de ese limbo escribiendo, porque con el tiempo me demoro, y nunca nos hemos llevado bien, de hecho, nazco de nuevo cada día para no toparlo.