histeria de los vampiros
deshicimos la noche triste, desnudando su absurdo maquillaje de payaso en la hondura de una herida abierta por la anemia del futuro. dominados por la histeria de los vampiros nos precipitamos sobre la sangría de los tiempos y cada poema era un beso y cada beso un poema y cada silencio un derrame de sangre. asesinos del sueño aprendimos a burlarnos de la muerte a vuelo de murciélagos y en la sombra de nuestros besos fuimos inmortales de la noche: ella, llena de coraje, no tuvo otro remedio más que el de morderse la lengua...
mas por oscuridad ultrajada la noche nunca olvida y ahora eres tú quien se escapa de mi desolado vampirismo y mi lecho queda herido derramando sueños negros, profundos eternos y fiebres y negras esperanzas... ahora solo me queda la noche, Paula, quedo solo con la noche, y la noche me ha tomado su venganza...
Piaciuto o affrontato da...
