#Cubanos #Matanceros #Mujeres #ParaNiños #SigloXX
—¡Hola, Pinocho!, ¿qué haces ahí? —Busco una joya que ayer perdí. —Dime, Pinocho, ¿que joya?, di. —Un pedacito de mi nariz.
Al mediodía, cristal el agua, cristal las hojas, cristal el día. Cristal, cristales,
Tiene la vaca bermeja un ternerito de nata. Se lo encontró en el corral un jueves por la mañana. Quiso llevarlo a pasear
El cielo es un espejo y la gaviota suelta su vela blanca desde la costa. Marinera del aire,
En el río San Juan vive un pececito que aprende a nadar. Sobre el Yumirí —iris diminuto—
¡Que ruede la rueda de pan y canela! Que llegue al campo, que busque el trigo, que diga al agua
Ocho mulitos tiene mi arria y todos suben por la montaña. Se ve salpicado el río
Torito camagüeyano y de la sabana rey, he venido de muy lejos queriéndote conocer. Debajo del algarrobo
Moterita de madera llena de polvos de arroz, con tapa de cristal fino y la mota de plumón. ¿De quién será la motera
En Playa Larga, el uvero, como homenaje al valor de los niños artilleros, ya no florece en febrero: en abril abre la flor.
En su casa de hojas despierta el pájaro porque, anunciado el día, se entona el gallo. Canta seguido,
A la gallinita ciega ayer tarde la curé: puse en aguas tres vicarias y los ojos le lavé. Hoy paseó con sus pollitos
El caballo negro iba por un trillo: cada paso suyo bordaba el camino. El caballo ruano
En un caracol rosado de la playa de Girón sobre el nácar hay grabado: “¡Cada cubano un soldado; cada soldado un león!”
Juana tejedora, téjeme un pañuelo para ir a la boda de don Pirulero. Dame, jardinero,