¡Allí estaba el ataúd! Tenía que verme, saber que de verdad era yo. Me acerqué lentamente y, casi muero, si es que no estaba muerta ya, ¿Qué me han hecho? ¡Esa no era yo! Era una muñeca...

Eres tan imbécil ¿de verdad creíste que no me daría… Tu cara de sorpresa me hace reír pequeño hombrecito puto ególatra ¿creíste que te iba…

Lágrimas de hielo resbalan lentamente, por los amores perdidos por esos poemas inacabados. Un cielo negro

Me fui sin avisar, en mis bolsillos llevo: palabras destruidas, un reloj parado a las diez, un móvil vacío y dos silencios,

Día otoñal caen las hojas ocres. Se oye ladrar. Se ríe el niño arrancando las flores.

El amor niegas, te amaré por los dos. Buscaré tu alma. Como esmeraldas son tus ojos amantes.

Me gusta el aroma a tierra mojada, me recuerda a tu piel, cuando sales de la ducha. Miro tus ojos y dibujo en ellos

Que se te caiga la venda, mujer, deja que se te caiga. Enséñale al viento tus heridas. Deja que sanen,

Hay rimas bellas en el hermoso cuerpo canta al otoño. Al son de un triste fado, cimbrea la cintura.

Aletea la mariposa anunciando la primavera se posa en mi nariz mis ojos bizquean mirándola. Cuantos colores en mi ventana,

Tengo ganas de hablar y gritarlo, pero aún me atenaza el miedo. Miro tus ojos y me quedo prendida de tu mente,

“Paraules d’amor”. Qué joven que era, cuánto amor sen… cuando sus manos cogían las mías. Felices con tan poco nos mirabamos… ojos y nos decíamos palabras de am…