POESÍA JAPONESA
La noche me devora malditamente, me hace desaparecer nunca pensé que podía doler así hay cosas dentro de mí que necesito confesar.
La niña andaba entre la nieve con un vestido rosa, destacaba en aquella blancura, un hombre que estaba en el bosque intentando cazar al oso que mataba sus ovejas, la vio y le pregunto: ...
En primavera la flor dijo a la abeja: ¡Qué descarada! Robas mi dulce néctar, le contesto ella:
Sentada miro al frente espero algo que no llega se fue hace tiempo la esperanza, hace tiempo que dejo solo la esper… Esperando que la muerte llegue,
Se oyó un taconeo en el silencio de la iglesia, una mujer avanzaba hacia los primeros bancos, llegó al primero, se arrodilló, agacho la cabeza, no se oía nada, pero sus labios se veían ...
Estoy andando por el filo de una p… siento no aguantar más mentiras nunca pensé que no pudiera querert… que lo que tanto duele me alejo de… Pensé que te amaría, a pesar del d…
Olor a amor Tu cuerpo me huele a brisa de la mar a auroras nuevas late mi corazón
Dame un beso que necesito subir al… déjame acercarme que no me como a… dame ese beso que quizás me envié… y allí me quedaré muriendo. Venga, sabes que estás deseando
Es la luciérnaga la que ilumina el bosque. Se va el estío. Por el sendero encontré hojas naranjas.
Chica, aún no eres una mujer ¿qué haces en ese bar un viernes n… Estás fumando, sabes que está proh… el jefe del bar quiere tenerte. Chica aún no eres una mujer
¿Dónde estabas, cuando he estado m… Donde, ¿cuándo te necesite? Tu egoísmo es brutal regresas ahora cuando me ves volando como un águila real.
Amar implica cuidar. Es un recono… Hay personas que se convierten en…
Crucé puentes más allá del horizon… dónde muros me impedían ver la vid… los salté con la fuerza que da el… de la agonía. Corrí el riesgo de perder la esper…
Agüita recorriendo tus muslos agua bajando por tu espalda tan bo… riachuelos suaves en tus pechos acariciando tus pezones. Agua que lame despacito
Y fuiste hastío en mi vida rasgada, tedio de amor, me convertiste en hielo. Y me hiciste huir,