Dori Gómez
Liberación Aleteando mariposas en flores colorean sonrisas. En el Nirvana
Ya no recibe un beso al despertar, él se va sin decir adiós. Hace tiempo que no es feliz, lágrimas caen al suelo, veinte años casados, diez desde que él una mañana fría se fue al trabaj...
Suena un violín en la noche iluminando la sombría calle, dando vida a los insomnes, melodía que se cuela en la tristeza, la aparta,
Hablan sus ojos, cuentan historias… cuando los abre de par en par veo felicidad en ellos, están tan abiertos que sonríen. Y, ¡Esa mirada de sorpresa!
Tengo la intuición de que el cielo no es para los dos tengo sueños y en ellos no estás, mis besos no son pa ti nunca contigo me comprometí,
Me asomo a la ventana la calle está solitaria ni gatos asoman me dan ganas de gritar. Hace tanto que no hablo con nadie
Dicen que no hay noches perfectas pero aquella que trae la bruma de mis recuerdos fue inconmensurable. Una sonrisa insinuante
Lloré escuchando aquella hermosa música, salia del alma. Ando descalza sobre asfalto de musgo,
Allí en la playa te vi, entre los fuegos artificiales que iluminaban tu cara mis piernas temblaron mi boca trémula
Estoy en casa son las doce de la noche y estoy con la música a toda pastilla. Quiero dejar de oír
Bajo el cielo de Granada vuela una vieja melodía hablando de amor, una guitarra suena en la tarde soleada.
Luces de noche disfrazan los canales, de enamorados. Guido Borelli. Ocaso de oro
Estabas en el pasado estabas que yo lo vi comiendo rabia bebiendo dolor. Las palabras eran puñales
Mar de las flores, el cielo se confunde en el azul. Hipnóticos los campos sus colores deslumbran.
Pediste mi bendición ahora, después de enviarme a las profundidades del infierno, quizás no lo sepas, pero ya no soy la misma,