POESÍA JAPONESA
En el requiebro de ese pasional tango tú y yo pegados danzando en el camino de la nostalgia.
Es que te amo en mi tristeza en mi infinita soledad te amo con el dolor del amanecer fundiéndose con el ocaso con las manos vacías de caricias
Quiéreme, pero quiéreme así, desnuda el alma como ramas en otoño. Ámame como si fuese primavera que brota.
Brilla el bordillo de la acera, a la luz de la farola, la noche se hace locura, en esta ciudad de soledades acompañadas.
Café tan negro como los ojos de él. ¿Por qué te fuiste? Quizás te vuelva a ver y oiga tu voz.
La verdad es que te quiero aquí co… entre mis dedos y mis delirios colándote entre mis brazos. Yo lamiéndote el ombligo te amo, por ser el rocío que empap…
Me gusta el aroma a tierra mojada, me recuerda a tu piel, cuando sales de la ducha. Miro tus ojos y dibujo en ellos
Era la hora de la siesta, la calle estaba desierta, hacia un calor de mil demonios, el pueblo de casas bajas con pequeños y bien cuidados jardines delanteros estaba en silencio. Casas c...
Cerró las cortinas y puso la mano… ¿Cuántos bebés iban? Se preguntó… Tocó en la puerta del director del… La enfermera se entregó por ella m… Pobres niños, lloró, se quedan sol…
Las olas vienen acarician mi cara brisa que escribe poesías de amor la luna baila
Hay días que siento que no valgo para nada, noto la inutilidad corriendo en vena. Agua sale de mis ojos,
Bajo el aguacero voy andando con unos tacones rojos, así, como si fuera agua que corre por la acera.
El día es tan largo y no tengo nada, dulces bombones para el alma que suavizan penas. Estoy encerrada en una jaula de or…
Cálido tu aliento en mi, siento como erizas mi piel, noto que ardo como el tronco en la chimenea. Mi cuerpo se mueve al compás
Mis piernas pisan fuerte en el calor del verano calles solitarias donde los tacones resuenan. Dentro de la falda muslos firmes