POESÍA JAPONESA
Déjame que bese tus parpados, que sienta el temblor de tus ojos al mirarme, el de tu boca al decirme buenos días.
La noche huele a primavera, a piedra fresca, y a humo lejano de hojarasca. Huele a gato, a farola, a silencio y a montaña.
Mi amante un borracho, por la ciudad paseaba, sus pasos tambaleantes, lo delataban. Todos lo miraban,
Bajo el cielo de Granada vuela una vieja melodía hablando de amor, una guitarra suena en la tarde soleada.
El amor ese sentimiento intenso; verdadero que te abraza la vida que te da felicidad
No se como lidiar con tu indiferen… soy como aquel vestido que adoraba y que ahora cuelga de la percha ol… Vadeo entre la vida y la desespera… esperando una mano que me saque de…
Siento el ruido de la llave en la… estoy tomando café en la cocina y mi corazón salta de alegría, ya estás aquí vida mía. Diosa pagana
Va amaneciendo, arreboladas nubes. Color de vida en mi piel atezada, suspiros de mis sueños.
La niña avanzó hacia mí, sus ojos refulgían, su boca entreabierta. Me dijo con una naturalidad que me dejó petrificada: quiero tu sangre. Con ojos anhelantes, demasiado tristes para llo...
“Las personas ya no pueden volar”… Nos han quitado las alas, nos han atado a grandes bloques de… Nos han hecho seres iguales vestimos igual, seguimos las tende…
Estoy en la cama y tú no estás aquí hoy no huele a café me vas a dejar caer. ¿Qué será de mí ahora?
Esta madrugada te sentí pegado a mi, tu aroma me envolvía... tus dedos recorriendo MI espalda me di la vuelta, besos,
Lágrimas de sangre recorren mi cara, me pongo la máscara del maquillaje lentillas carmesí, pupilas dilatad… no quiero que me vean llorar.
Frente aquel puerto, chapotea el otoño entre los patos. Aquel verano en las dunas de arena,
El miedo cierra puertas, se corren las ventanas de los ojos en el silencio de la noche. Estrellas rayan el cielo