POESÍA JAPONESA
Quiéreme, pero quiéreme así, desnuda el alma como ramas en otoño. Ámame como si fuese primavera que brota.
center Pechos granados de la ninfa del agua: deleite fauno
Eres tanto... pero no bastante, suspiras como si fueras único, y eres, como esos vestidos que salen de fábrica repetidos. Porque miras pero no de frente,
Hace días que no abrazo las palabras, días que las letras están encerradas en mí maltrecha existencia.
Sonríes, suspiro de deseo al mirar tu boca de labios gruesos. Me coges por la cintura, noto tu urgencia, tu sexo,
En la sabana el tigre está dormido, en el silencio, del calor africano; la mujer piensa:
Estación Con qué alegría se viste de colores la bella primavera. Las margaritas
En el Sacromonte bailando, está la gitana morena, Mirándola, la luna llena; volantes revoloteando. A ella le dan una azucena,
Todo empieza con un beso. Labios humedecidos. Cierra los ojos. Empieza de forma suave y con la bo… Explora con la lengua.
En un momento me puso boca arriba,… Sus labios un manjar de dioses, su… Su cuerpo, junto al mío, lo más be… Amo a este hombre sin importar qué… Tú eres el amor, la pasión, la gan…
Cala turquesa con agua cristalinas. Respiro vida. Aquí se bañan en la mar de los sueños.
Olor a amor Tu cuerpo me huele a brisa de la mar a auroras nuevas late mi corazón
Sintió la sangre correr abrasadora… como un sendero liquido haciendo que se quemara que la locura del deseo se desatar… Gemidos en un dormitorio
Mar de las flores, el cielo se confunde en el azul. Hipnóticos los campos sus colores deslumbran.
Envuelta en humo en la cama tirada los pensamientos salen como una película de mí. Los ojos entrecerrados