El velo blanco cubre la cara pálida, de ojos zafiros. En su mirar aletea el silencio,

Charla en la barra hombre medita, en mesacenter reloj atrasa

No sé cuando comenzó esta pesadilla, que me atormenta, que me rompe, me asesina. Tú estabas en mi tan dentro que tuve que

He saboreado el amor entre tus piernas, he nacido de nuevo en tu orgasmo. Ni Afrodita te hace sombra en esa belleza de tus pechos

Crucé puentes más allá del horizonte, más allá de la muerte, dónde muros me impedían ver la vida,

La negrura me envolvió como una capa, la vida solo fue sombra. Mi cabeza está perdida en un almanaque donde

Hace días que no abrazo las palabras, días que las letras están encerradas en mí maltrecha existencia.

Llora la dama rayas de lluvia blanca; que quitan vidas. Cae en mí sangre roja, de mi rota nariz,

Grita mi nombre el viento en mi ventana me trae tu penar. Apenas roza el borde de la noche

Debes aprender en la noche eterna, a recordar las palabras del amor que dijiste que me tenías. No dejes que la oscuridad te lleve y sea tu dueña,