POESÍA JAPONESA
El amor no se mide por cuantas veces te dice te amo, se mide en los destellos dorados de tu mirada. Y da igual que seamos tan diferent…
Sintió la sangre correr abrasadora… como un sendero liquido haciendo que se quemara que la locura del deseo se desatar… Gemidos en un dormitorio
Tu cálido corazón es mi hogar, eres mi pasión más bonita mi más preciado tesoro haces que me sienta la mujer más a… compañero de vida, eres mi necesid…
Boca de tu boca, fuego de tu fuego… Olvido de tu ser. Y anhelo de tu corazón. Mírame, estoy aquí desnuda para ti
Tejí el tiempo con hilos de mi piel, me hice un brigo de dolor ardiente, y sentí que la vida
Dejo las invocaciones para las brujas y los poetas. Esto que voy a contar, no son ficciones, son las confesiones,
Quise aprender a volar sin alas y me salieron agujetas en el alma, sacrificio inútil que hice por hui… de esta realidad donde el morado es el color favorito.
Sobre el fondo de mi mente Dios me dibuja un camino por donde el miedo, la ansiedad se van yendo, ya no te temo y me voy sin ti.
Tu dulce cuerpo, enredado en mis manos, en blancas sábanas. Ojos zafiros son los que me iluminan,
Ey, Ey, deja de quejarte, abraza la vida que tienes ven, cógete a mí, yo te abrazaré fuerte, no dejaré que caigas.
Debes aprender en la noche eterna, a recordar las palabras del amor que dijiste que me tenías. No dejes que la oscuridad te lleve y sea tu dueña,
¡Bendito seas! Contigo no hay miedo, hasta dormido me envías cartas de amor, ¿cuándo la escribiste?
Si quieres tocarme hazlo de verdad no te quedes a medias, mira, como cimbreo la cintura, mira, como mis caderas te llaman. Acércate a mí, quiero ver tus ojos…
El amor niegas, te amaré por los dos. Buscaré tu alma. Como esmeraldas son tus ojos amantes.
Amigo mío, no creas que no te quie… no pienses que ya no estoy a tu la… me enamoré de él, pero tú eres mi… Déjame recitarte un poema de esos que te gustan