POESÍA JAPONESA
Solitario árbol bajo las grandes nubes. Madura el trigo. Mujer pasea entre los tulipanes.
La soledad me come, me roe, como u… come la morera, quiero gritar pero no puedo, solo susurro... dicen que si juntas mil susurros sale un alarid…
Espero tu llamada mil días sentada con veinte teléfonos esperando que suene alguno. Mis piernas dormidas
Rezo una Plegaria pido perdón por todo lo que hice palos y caricias y callé pido perdón a mi dolor. El tiempo pasado alguien
Alboradas de piernas enredadas, en sábanas húmedas sábanas gastadas, con promesas y deseos de te quieros y frenesí.
Aullé como los lobos bajo la luna el dolor quemaba mis entrañas aullé de rabia, ira, cólera, furia al verla llorar
Caminaba con la mirada vacía, ese silencio mudo, parece eterno, me hundo en la profundidades del i… ¿por qué me dejó, si tanto me quer… Esa ojeada fría como el invierno,
La puerta enorme de madera oscura y lienzos góticos se abrió sin darme tiempo a tocar, miré el enorme vestíbulo, allí cabía sin problemas mi apartamento, estaba alucinando por lo que ve...
Y miro mis piernas llenas de tus huellas, las muevo, las toco, me desespero. El carmín de mi boca
Hay rimas bellas en el hermoso cuerpo canta al otoño. Al son de un triste fado, cimbrea la cintura.
Entre las sábanas ese negro silencio del desamor. Pequeñas perlas, de agua en esas pestañas,
Llega el ocaso el lobo quieto otea. Se oyen cigarras. Cae en cascada el agua entre las piedras.
En aquel callejón bajo la luz mortecina tu mirada se cruzaba con la mía. Ojos de serpiente boca de lava ardiente
La primavera flores brotando en rama croa la rana Frondosas ramas primavera rosada
Escribe en mi soy una hoja vacía, de tinta lléname. Vierte tus letras rojas con tu pluma en mi piel.