POESÍA JAPONESA
El cura de mi barrio me dijo: estás enfermo, ve al médico y te c… miré sus ojos había despreció, me levanté, jamás volveré a una ig… No estoy loco
Me he cosido el alma con hilo negro de seda, dobladillos de pena mi cuerpo se encoge en aquel sillón
Yo, celebro abrir los ojos y ver el amanecer desde mi balcón celebro cada respiración cada parpadeo. Celebro la vida
Entre los árboles pequeños pájaros cantando están. Iluminan el camino de la esperanza, en la ciudad,
La aurora austral ballet de mil colores. Noche invernal. Duerme la luna en iglú de cristal.
Mis piernas pisan fuerte en el calor del verano calles solitarias donde los tacones resuenan. Dentro de la falda muslos firmes
Bajo el aguacero voy andando con unos tacones rojos, así, como si fuera agua que corre por la acera.
Bebés que lloran en aquella habitación blanca como la luna. Alba la enfermera los mira y cantando
Me perdí en la cueva que había entre tus muslos, una gruta donde la humedad hacía que me llenara de éxtasis. Quiero sentirte entera estremecert…
Hay distancias que se funden en un apasionado beso. Cierras los ojos y sientes que tu piel se funde con la de él.
Corre la sangre por las calles de la ciudad. Nucas destrozadas, cabellos apelmazados del líquido rojo.
El amor no se mide por cuantas veces te dice te amo, se mide en los destellos dorados de tu mirada. Y da igual que seamos tan diferent…
Me tomé mi dulce tiempo provocándo… mordiendo su cuello apretando su trasero arrasando sus labios sentía sus gemidos
Envuelta en humo en la cama tirada los pensamientos salen como una película de mí. Los ojos entrecerrados
Nostalgia de la vida nace de las flores de la muerte, asfixia de los sentimientos entre pulmones muertos. Entre el límite de la vida