POESÍA JAPONESA
En la arena, lamiéndonos el mar la piel, sentí tus ganas revolcándose en mi cuerpo. Mis piernas te envolvían
A cuerpo abierto resplandecía, la espuma del mar la lamía. En el ocaso esplendoroso sus ojos se ensombrecían
Amar es sentir la vida florecer en los latidos de tus sienes. Amar es consumirse en el ardor del fuego
Qué hago mirando el amor si este se fue. Miro por la ventana gente que con indiferencia pasea por la calle
Entre los suspiros de sus ojos y los míos, se quedó latiendo un corazón entre la mar y el cielo. Palpitar loco
Viene el otoño tras un duro verano, volaran hojas. Tiene el castaño el fruto muy maduro.
Sentada en la cama en mi cuerpo la brisa otoñal hace que se erice; y que empiece a rememorar. Recuerdos de tabernas
Mi alma volando va hacía ti amor mío abre tus brazos, en esta noche fría, mi vida, abrázame
La felicidad será estar contigo. No sé cuándo. Será en el momento ideal... y será
El dolor de la ruptura de un amor, aún vivo y palpitante, te marca hasta las entrañas. Pero puedo vivir sin ti. Mi corazón salvaje,
Vete tú corazón, no hay nada más d… que tu ida. El río Guadalquivir se ensombrece… al mirar el barco que te lleva. Vete tú, que yo no puedo;
Mi pecho gritaba, pero eres tú el… camino por la calle, cojo un cigar… del paquete rojo, pienso en que quieres hacerme, pero no conseguirás que sufra.
Recuerdo follarte con rabia, con l… saladas, que me sabían a mar y lej… me iba, me iba de aquel lugar donde no existía la vida. Me condené yo sola,
El lirio blanco aromando el camino. Cerca mí casa. En la ventana las orquídeas blancas.
Por que soy libre y yo elijo. la sociedad me quiere esclava, pero mi libertad me la gané el día en que entendí que solo yo podía guiar mi vida.