POESÍA JAPONESA
Solo soledad en esta expiación que me lleva a suplicar este día amor dejaré atrás la cobardía solo quiero que en esta redención, pueda decir que yo no te mentía
De tanto tener tu aroma en mí, lo… tu olor en mi piel impregnado, en… olor a noche... a deseo. me hueles Búscame donde termina la noche y
Mis ilusiones se hicieron polvo en… nada dura para siempre, a veces parece que he vivido un espejismo. Tus palabras se desdibujan
Cuando vuelvas ya no estaré me habré ido a algún lugar traspasando la frontera de la soledad.
Hoy, no sé porqué la tristeza está mordiendo mi carne blanca, la muerde, la mastica y la escupe como
Viene el otoño tras un duro verano, volaran hojas. Tiene el castaño el fruto muy maduro.
No levanto cabeza, todo es tristeza, veo delante de mí un camino negro, donde mis pasos me llevan
Conmigo, no te equivoques, no creas que me tienes en la palma de la mano. Que tu mano no me sirve ni para acariciar mi boca
Quiero leer con mi mano poemas que entre tu piel; se muestran para mí. Tu cuerpo un libro abierto.
Llueve en la noche bajo el soportal besos, las bocas ávidas buscan la piel desnuda en el rincón oscuro.
Tu aliento melodía para mi espíritu poema encadenado son tus dedos en mi piel. Tus ojos me cantan romances
Suerte fue conocerte, buscaba amor de verdad, enlazar mi mano con otra, no sentirla vacía. Tengo tanta vida por darte
El monte Fuji, en la Región de lo… En el Japón actual ya no hay samu… Expertos en las oscuras artes del… El misterio era su materia prima,… Sus característicos trajes negros…
Por la noche hablo al oscuro, iluminado por las estrellas, brillantes como cristales; donde la luz se refleja,
Perdida estoy, en el cristal del alma los vidrios rotos. Has rasgado mi vida en mil poemas vanos.