Y SOMOS OCÉANO Y SOMOS MONTAÑA
Amigo mío, hoy quiero contarte,
que cuando te vi me enamoré
hasta de la sombra que
bajo la farola vi.
Qué mis pensamientos
eran hilos de araña
recorriendo mi mente
pensando en ti.
Mis ojos derramaban
mi amor cuando te miraba,
no sé cómo no viste
la necesitad de tocarte
que tenía.
Yo quiero besarte
hasta que duela la boca,
quiero hacerte el amor
bordarte el filo de tu alma,
con el deseo que me provocas.
Deseo que camines
por mi vientre, haciendo
palpitar mi centro del mundo.
Deseo ser el cáliz donde
derramas tú más cálido
licor de ambrosía.
Deseo que seas la montaña
que se hunde en el océano
de mi ser derramando
el agua por mis muslos.
Deseo que bajes a las
profundidades del mar,
sentir el aliento de tu piel
bañada en perlas albas.
Dejaré mis labios presos,
en tu piel sedienta.
Amigo mío, me dijeron
que el amor es ciego,
y me quede cegada
llena de ansía de ti.
En mi cintura siento
sus manos, una sonrisa
pícara y un te amo.
Amiga mía me dijo,
moriría por ti,
eres la luz de estos
ojos que solo te ven a ti.
Mi corazón ha estado
sintiendo las llamas del infierno
por no estar dentro de ti.
Ojos que se enlazan
cuerpos que se engarzan
como una joya única,
Y somos océano y somos montaña
perdidos en el deseo de la Atlántida.
