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Marinero de rostro obscuro

Marinero de rostro obscuro, llévame
en tu barca esta noche... ¡Y no me digas
dónde vamos! Quiero partir sin rumbo:
Dejaremos en tierra las intrigas
de la esperanza y del recuerdo cómplices...
¡Y nos daremos a la mar...! ¡Que el viento
empuje nuestra barca a donde quiera
mientras la luna llena da un momento
sobre tu rostro obscuro...! ¡Que las olas
nos lleven y nos vuelvan muchos días
y muchas noches...! ¡Navegar sin rumbo
como las nubes lentas y sombrías!
 
 Como las nubes... Entre las neblinas,
por mares misteriosos, bajo cielos
blancos y soledades infinitas,
navegar sin temor y sin anhelos...
 
 Marinero de rostro obscuro, nunca
me digas dónde voy ni cuándo llego:
¡Qué son ya para mí, ruta ni hora..!
Serás como el destino, mudo y ciego,
cuando yo, frente al mar, los ojos vagos,
de pie en la noche, sienta una ligera
y lánguida emoción por la lejana
playa desconocida que me espera...
Otras obras de Dulce María Loynaz...



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