Loading...

Mi amigo el Mar

Canción al mar de Coatzacoalcos

Cuando sientas que todo se acaba,
que tu vida no tiene sentido,
o simplemente quieras platicar,
hay un lugar donde tus palabras
de silencio encuentran oído.
Ahí está un amigo ... el Mar.
 
Cuando vayas a verlo no intentes
abrumarlo con llantos y quejas,
él no quiere escuchar tu tristeza;
él escucha, y luego, sin prisas,
con pausado murmullo de olas
dará fin a toda tristeza.
 
Cuando al verlo te encuentres alegre,
simplemente escucha su canto;
. . .  . . .  . . .
es el canto de amor que te brinda
el amigo que ha estado esperando
tu regreso de tierras lejanas.
 
Y si al verlo se encuentra agitado
por el viento inclemente del norte,
¡Nunca pienses que el fuerte rugido
de las olas es signo de furia!
¡No! Es el grito con que te saluda
el amigo que se alegra de verte.
 
Cuando sientas que todo se acaba,
que tu vida no tiene sentido,
o simplemente quieras platicar;
¡Ve al lugar donde tus palabras
de silencio encuentran oído!
Busca a tu amigo el Mar.

Año 1 AD (Antes de mi Domadora). En aquellos tiempos este Corazón Apasionado, resignado a su distanciamiento de Cupido, estaba de visita en la ciudad que lo vio crecer. Como era su costumbre, al día siguiente de su bajada del autobús se dispuso a su larga caminata para realizar una visita obligada para meditar y tomar nuevos ánimos. Ha dos o tres años que había decidido ya no consumir alcohol, puesto que en su última jarra se había medio desahogado de su mala suerte cupidense con sus cuates de la Facultad (lo cual no fue de su agrado y vió una mala luz al final de ese camino). La flecha destinada a su persona siempre daba en el blanco, no así la otra correspondiente, y de esa manera, la mera verdad, no eran posibles dichos asuntos.

Justo al momento de avisar el clásico "¡Ahorita vengo!", Doña Nico - su madre - le comenta que 'qué chingaos iba a hacer en la playa' pues había Norte. En el camino cavilaba el porque era necesario ir a la playa no importando el clima, y estando allá descubrió en plática silenciosa con las olas, el motivo. Y Erató comenzó con sus susurraciones inspiracionales, las cuales poco a poco tomaron forma para, a su regreso a la capital, concluir el poema

Other works by Eddo Moles...



Top