¿Qué me respondes?
Sueño idílico II
A las nubes matutinas
les digo que las amo . . .
y no responden.
Al Sol de la mañana
le grito que lo amo . . .
sólo se esconde
tras las Nubes blanquecinas
y no responde.
A los árboles y arbustos
les susurro que los amo . . .
no dicen nada.
A los pájaros cantores
les canto que los amo . . .
y en su mirada
sólo encuentro indiferencia,
no dicen nada.
A las olas poderosas
les declaro que las amo . . .
y no me escuchan.
A las bellas caracolas
les murmuro que las amo . . .
pero mi lucha
por besarlas es en vano,
pues no me escuchan.
A las piedras y a las rocas.
A los peces y a las focas.
A la Luna argentina.
Al agua cristalina.
A la arena del desierto.
A las almas de los muertos
les digo que los amo . . .
no me hacen caso.
Y a ti, mujer divina
que hoy tengo entre mis brazos,
te confieso que te amo . . .
¿Qué me respondes?
Después de una visita urgente a su amigo el Mar de Coatzacoalcos en el año 4AD, cuando en una de sus caminatas escuchándole recuerda la canción Poema de amor de Joan Manuel Serrat y Erató lo alcanza para apoyarlo, en su viaje en ADO de regreso a la Ciudad de México, nuestro incansable Corazón Apasionado toma nota mental y das después escribir un sueño mas.
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