Recuerdo llamar al seguro
Para que me recetaran al dolor de pecho
Una transferencia a la oficina de mi mamá
Recuerdo diseñar y escribir periódicos
En dos hojas de mi libreta de rayas,
Tipo italiana, de mi clase de español
Para informar a mi madre de lo que se perdía
Por trabajar desde bien nacido el día
Hasta que el viento lograba matar al sol
Recuerdo el rio que daba vida a mi casa
El sonido de las piedrecitas chocar unas con otras
Hasta que conseguían que cayera en sueño
Después de esperar varias horas a que mi madre
Pudiera regresar, como cada día, desde lo mas profundo del pavimento de la ciudad vecina
Recuerdo llorarle a mi madre cuando la ciudad
Me trago los pies por primera vez
Recuerdo como intenté ser como ella
Ir y venir;
Salir del asfalto
Quitarme dos o cuatro motas de polvo,
Olvidarme de la mentira del progreso
Volver a ser yo
Todo sin éxito,
La brea me cubría hasta el ultimo mechón de pelo
La cultura que encontré revuelta me sedujo,
Me atrapó un bosque de semáforos,
Un cementerio adornado con señales de stop
Recuerdo que el río se desbordó
Ahogando memorias
Sueños y cariños
Que se escondían en el primer piso
De lo que por muchos años fue el nido
De mi soledad
El agua sucia de color melancolía
Inspeccionó cada rincón de mi niñez
Pasando de la sala donde reía
Descosiendo los sillones donde dormí
Infectando de rencor la madera de la mesa
Donde cada noche mi madre veía dos hojitas de papel
Engrapadas por un costado
Las rocas suavizaron la carne
Y el agua hizo el perfecto criadero de hongos
E infecciones sentimentales,
En esto, que antes era corazón,
Ahora es el recuerdo de una corriente
Enfurecida por el bombardeo de gotas de olvido
La estufa de la cocina nunca mas volvió
A preparar un cuento de buenas noches
Y los momentos ya no se mantenían frescos
En el refrigerador
Recuerdo que ahora odio la lluvia
Por deshacer,
Con sus danzas que tuvo en mi casa,
Mi libreta de rayas, tipo italiana,
De mi antigua clase de español
Y marca irremplazable del periódico
Que siempre leía mi madre.