#Camagüeyanos #Cubanos #SigloXX Antología De: Editorial México Trillas de en española lengua m#Oderna poesía
Si a mi angustia y pregunta no res… yo sé que soy abeja de tu oído. Dios silencioso, Dios desconocido… ¿por qué si más te busco, más te e… Las olas de los cuándos y los dónd…
De pronto me he quedado como una r… en espera del fruto y de la dulce… como un desierto, como un libro olvidado en el polvo, como una sil… La sombra del abismo de los no bau…
Te siento respirar sobre mi hombro y el río de tu aliento me desnuda; casta te abrazas a mi estatua muda mientras de besos tu nocturno alfo… Asoma el alba su rosado asombro
Descalza arena y mar desnudo. Mar desnudo, impaciente, mirándose… El cielo continuándose a sí mismo, persiguiendo su azul sin encontrar… nunca definitivo, destilado.
Levanta a mí tu perfumada llama y envuélveme en tu círculo de fueg… Si el aire te acaricia con su jueg… hecho rocío el corazón te ama. Hacia el parado tallo en que se ad…
¿Adónde vas, Tardecita, tarde de curvas alegres, vestida de sol y brisa con anchos vuelos de música? ¿Adónde, adónde vas, Tarde?
¿Eres el que lloroso encanecía príncipe de la pluma esplendorosa, que si no el don perfecto de la ro… tienes don de profética elegía? Levantas tu escarpada melodía
Despierto es el embozo de sonrisa que el abanico de una estrella vel… mientras el ojo caricioso cela el paisaje vestido de su brisa. Alegría inefable; alma indivisa
Quiero en la tierra que me dio la… en olvido yacer cuando la muerte me llame con su voz callada y fuer… a su danza de asfódelos crecida... ¿Nadie reclamará la destruida
Calabó y bambú Bambú y calabó El Gran Cocoroco dice: tu-cu-tú. La Gran Cocoroca dice: to-co-tó. Es el sol de hierro que arde en T…
Llévame por donde quieras, viento de la luz de junio, —remolino de lo eterno. ¿A dónde? Si ya he ido, si ya vuelvo.
No lloréis más, delfines de la fue… sobre la taza gris de piedra vieja… No mojéis más del musgo la madeja oscura, verdinegra y persistente. Haced de cauda y cauda sonriente
Desato mis sentidos en la tarde a pastar la inocencia del paisaje. Mis pupilas inquietas van de viaje… mis canciones taladran lejanías. Y regreso—halconero de mis sueños—
Te miro sin dejar de contemplarte copo de sol, espuma conjurada y abro mi corazón de parte a parte para ofrecerte jubilosa entrada. Comprendo que del caos fuera arran…
Este niño va a Belén sin salirse de su sala. ¡Qué bien! Una estrella de Bengala, un clavel