(México, D. F.)
#EscritoresEspañoles
Rauda la carretera se desliza y el coche tiembla con los vivos r… de un vaporoso traje de mestiza y un oblicuo relámpago de ojos
Ardes con el cohete del cielo, con… de la grúa y la carga y el disco e… Ardes, oh Nochebuena, sin Niño y… sin otro frío que el de un alma so…
Al aire te impulsó gigante anhelo; mas, con tu propia exaltación en g… vuelves a echar, nostálgico del su… tus anclas vegetales a la tierra.
La voz del mar es un clamor de fur… de paroxismo. En el temblor del ag… con espasmos de amor y de lujuria, tal vez un mito divinal se fragua. Líquidas trallas baten los cantile…
Hoy es el barco potro que galopa. Tasca el freno y albea la espuma a… La cola barre el mar, tendida tras… como una estela sobre el mar cobal…
para una plaza colonial ¡Claxon, silencio! ¡Chitón, tráfico. ¡Detente, oh vida! Que aún está en este rincón la vieja España dormida.
Yo me quiero morir como se muere todos los años el jardín, y luego renacer de igual modo que renace todos los años el jardín. Se han i… los pájaros; volaron, pero no tení…
Un mar de pétreas olas... Ya se q… Como a piedras preciosas, la nebli… va envolviendo las cumbres, amorti… ¡Oh aislamiento, que sólo con lo d…
Animalillo joven, lindo boceto hum… tallo henchido de savia, flor noct… ¡que el tiempo, como inhábil pinto… de tan gráciles líneas haga inform…
Todo lo llevas contigo, tú, que nada tienes. Lo que no te han de quitar los reveses porque es tuyo y sólo tuyo,
Morelia... ¡Qué quietud! ¡Cuánta… ¡Qué larga paz en tus jardines lat… Tu viva historia es ya leyenda pur… Queda su encanto en ti como perdur… el sabor de los frutos en el ate.
Es tímido el rascacielos. Lo que le corta los vuelos ¿no es la convicción profunda, no es la modestia inocente del casón que dice, enfrente:
Y un día entre los días ¿qué miste… con un golpe certero te arrojará, en deporte de trasmun… que te aguarda, oh pelota lanzada…
Todo lo envuelve tu oriental molic… y en este mar que te acaricia, mir… ya no profundidad, ya no zafiro, sino jade, impureza y superficie.
¡Oh genio del lugar que nos acecha… llegúense sin recelo a ti las alma… porque, en signo de paz, todas tus… clavaste en tierra y se han trocad…