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Oda X

Yo pensé, luces bellas,
llegar con mi esperanza a vuestra lumbre;
pero Lida inconstante,
por doblar mis querellas,
de vuestra (¡ay cielos!) ensalzada cumbre
la despeñó arrogante;
y agora la perjura
cortar el árbol de mi fe procura.
 
Como cierzo indignado,
que con súbito soplo descompone
la mies en la campaña,
y en el alegre prado
los altos olmos que la edad compone,
así, con dura saña,
Lida ingrata y perjura
cortar el árbol de mi fe procura.
 
Juró que me sería
en amarme tan firme como roca
o como robre exento,
y que atrás volvería
este arroyuelo que estas hayas toca
antes que el juramento;
pero ya la perjura
cortar el árbol de mi fe procura.
 
Esto dirán los vientos
que dieron a su jura las orejas;
esto dirán los ríos,
que por estar atentos
el susurro enfrenaron a sus quejas;
pero los llantos míos
dirán que la perjura
cortar el árbol de mi fe procura.

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