En lo que a mí respecta
Las voces me han dolido,
Sabiendo de mi espíritu comedido
Tal amargura en mis deseos proyecta;
Si fueses rosa serías la más provecta
Si fueras pan te hubiese comido,
En las mañanas donde un fugitivo
Sale a rezar para protejer su secta.
Temprano recibí una coz
¡Y en montañas morí!
hermoso el sol precoz...
Tarde ví, el crimen atroz
Donde un niño carmesí
Huía veloz.