(1983)
#Españoles Cuaderno 1983 De salvaje
¿Dónde está la voz del aire? Tú la escuchas. Es silencio. Sus palabras son las nubes, la luz y el viento sus verbos.
No sé de dónde venía, ni nada me sostenía. En sólo huir me entendía. ¿De un orto que no era un orto, yo
Esta vejez reposa sobre un aire de luna. mónde huyeron los soles? Apenas si se ve, andas, ¿tropezarás?
Aquí, sí, pulcritud de pulcritudes… perfil al vuelo afin, nivel de ard… estás, oh mariposa que divides cielos de nieve y rosas de laúdes. Oh cuán lírica maga de altitudes
1. Amor naciendo Arpa deshojándose 2. Amor en concepción Timbal
María, a nuestro lado, ¿qué rugía? Luz de octubre encendía la mañana. Mas luz de primavera en ti dormía, y luz en mí, de primavera humana. El Parque del Oeste en guerra ard…
Viene del paraíso un pájaro sin cuerpo llora vaho vive cilicio
Has de quedar, así, dominadora del tiempo y muy presente, aunque… yo te digo, mujer, que no se pierd… si fue de hermoso amor, ninguna au… Como ahora has de quedar; no en ot…
El soneto es tan ágil como un brin… brinco de corazón o catarata despeñada en un tiempo que delata el deseo del curso hacia un ahínco de no ser y de estar. En él afinco…
Solitario campo. Me encuentro conmigo. Soy mi descampado. Solitario cielo. Me encuentro conmigo.
Resbalando por esta sima umbrosa, yendo sin freno el pie tras la mir… la mano tanteando en piedra helada… y presa la mirada en lumbre hermos… por esta sima voy. ¿Qué luz undosa
¿Habrá algo más hermoso que quedar… Sólo el pájaro sabe de esta gracia y el horizonte aquel que de la luz… sin dolor, con un leve marcharse a… al calendario triste que siempre d…
Mirar, pero no ver, colocar otros ojos, quizá los de aquel niño que viejísimo mira. Unos ojos perdidos
El pañuelo; te hallabas en un fond… donde el trajín y un ruido de biel… y corales, delfines, algas y azucenas, acacias, te incorporaban… No, adiós no le decías
Milagros de cristal, ciegos deliri… en rubios mares de fervor mojados, rocíos de la aurora coagulados en párpados de luz, silentes irios… Broches del cielo, presurosos liri…