LA HERMANA
#EscritoresEspañoles Francisco Villaespesa
El cisne se acercó. Trémula Leda la mano hunde en la nieve del plum… y se adormece el alma del paisaje de un rojo crepúsculo de seda. La onda azul, al morir, suspira qu…
¿Qué encanto tiene esa lejana estr… qué mágico poder en ella existe, cuando tan pronto de mi amor parti… sin dejar el recuerdo de una huell… La vieja casa, tan alegre y bella,
—Llaman a la puerta, madre. ¿Quié… —Es el viento, hija mía, que gime… —No es el viento, madre. ¿No oyes… —Es el viento que al paso deshoja… —No es viento, madre. ¿No escucha…
Asómate al balcón; cesa en tus bro… y la tristeza de la tarde siente. El sol, al expirar en Occidente, de rojo tiñe las vecinas lomas. El jardín nos regala sus aromas;
Bajo el fulgor lunar el mar es pla… entreabre tú, mi bien, tu mirador, y asómate a escuchar la serenata que, mientras duermes tú, vela el… Asómate al balcón, morena mía,
En la paz celestial de las alturas… cual velos de quiméricas huríes, nubes blancas, doradas, carmesíes, despliegan sus eternas vestiduras. Garzas de epitalámicas blancuras,
De la vida me lanzo en el combate sin que me selle filiación alguna, y atrás no he de volver, hasta que… a mi triunfante carro la Fortuna! Contra mis enemigos, terco y rudo,
En las aristas de las altas cumbre… la última brasa de la tarde humea. Un silencio de paz duerme en la al… que eleva entre los huertos sus te… Y al corazón aquieta una saudade
Buscando en la inquietud de los vi… consuelo a este dolor que me domin… crucé ciudades y admiré paisajes en un vuelo fugaz de golondrina. Y sus ojos oscuros y febriles,
¡La tragedia es vulgar por lo senc… Una breve disputa acalorada: la sangre que se agolpa a la mejil… y que de pronto nubla la mirada. Un grito: un arma que en el aire b…
Ante la Virgen que adorabas tanto rezaba con tan ciega idolatría, que entre mis labios la oración mo… estrangulada por mi propio llanto. La imagen, impasible a mi quebrant…
El ritmo, el gran rebelde, me rind… y cuando quiero ríe, y cuando quie… y he domado a mi estilo como a un… a veces con el látigo y a veces co… Conozco los secretos del alma del…
Sentir intensamente la vida. Habe… y haber sufrido mucho, tener el al… esperando en la sombra una luz que… o empeñada en dar vida a un sueño… Amar lo fugitivo. Enamorarse de u…
Cruzas por mis recuerdos como un r… que lo ilumina todo de una blanca… El ruiseñor cantaba su amor. Colg… fina escala de seda desde tu celos… Era la noche un río cristalino y s…
—¿Eres tú el Justo que a los just… —clamó mi labio, y de dolor maldij… y ante la sorda voz de mi blasfemi… palideció la faz del Crucifijo. Cegó mis ojos un raudal de llanto.…