LA HERMANA
#EscritoresEspañoles Francisco Villaespesa
De la Grecia y de Italia bajo los… en tu honor se entonaron los más d… y ofrecieron las vírgenes al pie d… las tórtolas más blancas y sus más… Hoy triste y solitaria, en el parq…
La sabia mano a cuyo tacto ardient… vibra la carne como un instrumento… prolongó la agonía del momento en una languidez intermitente... ¡Oh, el cálido contacto de tu fren…
¡Oh enfermas manos ducales, olorosas manos blancas!... ¡Qué pena me da miraros, inmóviles y enlazadas, entre los mustios jazmines
Para escanciar el vino de mi viña… Fidias, divino artífice, en marfil… modeló fina copa, sobre el más bla… seno que sorprendiera jamás pupila… Son dos ninfas en arco las asas de…
Mientras la fuente su canción moru… desgarra, y el azul su luz destell… sobre el jardín un rayo de la luna la sombra dibujó de Aben—Humeya. Entre el astral fulgor de la armad…
Tardes de Paz... Monotonía de lluvia en las vidrieras... Se extingue el humo gris del día..… ¿En dónde están mis primaveras? La lluvia es una fantasía,
No volveré a gozar en tu mirada la luz del Paraíso, ni el fragante reposo de tu seno palpitante servirá a mis cansancios de almoha… que un ángel silencioso, con su es…
El alba ciñe las primeras rosas espejo de la mar bruñido, y agranda las pupilas ojerosas la expectación de lo desconocido. El sol disipa el matinal celaje,
Hay rosas que se abren en selvas m… y mustias languidecen, nostálgicas… sin que haya quien aspire sus púdi… ¡Hay almas que agonizan lo mismo q… Las mariposas tienden sus alas tem…
Bajo el fulgor lunar el mar es pla… entreabre tú, mi bien, tu mirador, y asómate a escuchar la serenata que, mientras duermes tú, vela el… Asómate al balcón, morena mía,
Cuando me dices: Soy tuya, tu voz es miel y es aroma, es igual que una paloma torcaz que a su macho arrulla. Sobre mi mano dormida
Visión que cruzas por mis sueños,… ¿qué profundas tristezas te devora… ¿Por qué tus ojos, si me miran, ll… ¿Por qué tu labio, si me nombra, g… Sólo tus manos pálidas e inciertas
La noche me envolvió como un perfu… y en el silencio tus pisadas eran un lento resbalar de terciopelos sobre una frágil ilusión de seda. Tembló tu corazón bajo mi mano
Ante la Virgen que adorabas tanto rezaba con tan ciega idolatría, que entre mis labios la oración mo… estrangulada por mi propio llanto. La imagen, impasible a mi quebrant…
Todo en silencio está. Bajo la pa… yace el lebrel por el calor rendid… Torna a la flor la abeja, el ave a… y a dormir nos invita la cigarra. La madreselva que al balcón se aga…