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¿Quién eres?

Con cambiarte de traje, te cambio también de alma.
(No adivinas mi angustia. No sé casi quién eres.)
 
Si te revuelvo el pelo tú ríes locamente
mientras a mí me duele sentirte tan informe.
 
Tanto puedo variarte que no sé ya que quiero.
Tú puedes serlo todo. Tú eres la misma nada.
 
Y te ríes, y acaso, si tus labios me buscan
son solo una medusa de silencio anhelante.
Preferido o celebrado por...
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