Gabriel Zaid

Cuervos

Se oye una lengua muerta: paraké.
Un portazo en la noche: para qué.
Tienes razón: para qué.
 
Hay diferencias de temperatura
y sopla un leve para qué.
 
Un silencio podrido
llama a los paraqués.
 
Parapeto asesino: para qué.
Cerrojo del silencio: para qué.
Graznidos carniceros: pa-ra-qué, pa-ra-qué.
 
Un revólver vacía todos los paraqués.
Humea una taza negra de café.

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