El sol estalla: se derrumba a refrescarse en tu alegría. Revientan olas de tu pecho. Yo me baño en tu risa.
Querida: Qué bien nadas, sin nada que te vista, en las aguas heladas del cálculo egoísta.
Si te hundiera en una tina, vería el volumen que desplazas. Si te colgara de un pie, hasta qué punto eres un bulto. Estoy perplejo porque eres.
Háblame de las calles y de la nochería submarina, que mece allá abajo su cielo. Y el firmamento aquel
Qué bien barres mis sueños, cabeza de bruja, cabeza de escoba. ¿Andas arriba o abajo? Levantas polvo, levantas bronca. Buscas debajo de la cama
Manantiales del agua ya perenne, profunda vida abierta en tus ojos. Convive en ti la tierra Poblada, su verdad
Mi patria está en tus ojos, mi deb… Pídeme lo que quieras menos que te… Si naufragué en tus playas, si ten… soy un cerdo feliz, soy tuyo, más… Soy de este sol que eres, mi solar…
No aceptamos lo dado, de ahí la fa… Sol de mis ojos: eternidad aparte,… Pero se da el presente aunque no e… Luz a veces a cántaros, pan de cad… Se dan tus pensamientos, tuyos com…
La luz final hará ganado lo perdido. La luz que va guardando las ruinas del olvido. La luz con su rebaño
Desatar la canastilla. Subir globos llenos de besos. Ya va quedando el mundo atrás. El fondo de los ojos dá vértigo. Cogerse desesperadamente.
Así surges del agua, clarísima, y tus largos cabellos son del mar… y los vientos te empujan, las olas… como el amanecer, por olas, serení…
¡Qué bien se hace contigo, vida mí… Muchas mujeres lo hacen bien pero ninguna como tú. La Sulamita, en la gloria, se asoma a verte hacerlo.
Me llega la secreta zozobra que en el aire deja ligeramente una hoja caída. La lucidez inerte
¡Qué extraño es lo mismo! Descubrir lo mismo. Llegar a lo mismo. ¡Cielos de lo mismo! Perderse en lo mismo.
Subir los remos y dejarse llevar con los ojos cerrados. Abrir los ojos y encontrarse vivo: se repitió el milagro. Anda, levántate y olvida