Hora extraña. No es el fin del mundo sino el atardecer. La realidad, torre de Pisa,
Una tarde con árboles, callada y encendida. Las cosas su silencio llevan como su esquila. Tienen sombra: la aceptan.
Desatar la canastilla. Subir globos llenos de besos. Ya va quedando el mundo atrás. El fondo de los ojos dá vértigo. Cogerse desesperadamente.
Así surges del agua, clarísima, y tus largos cabellos son del mar… y los vientos te empujan, las olas… como el amanecer, por olas, serení…
Yo soltaba los galgos del viento p… A machetazo limpio, abrí paso al p… Te busqué en los castillos a donde… por todas las estancias de tu rein… afuera de los sueños, en los bosqu…
Si te hundiera en una tina, vería el volumen que desplazas. Si te colgara de un pie, hasta qué punto eres un bulto. Estoy perplejo porque eres.
¡Qué bien se hace contigo, vida mí… Muchas mujeres lo hacen bien pero ninguna como tú. La Sulamita, en la gloria, se asoma a verte hacerlo.
Mi patria está en tus ojos, mi deb… Pídeme lo que quieras menos que te… Si naufragué en tus playas, si ten… soy un cerdo feliz, soy tuyo, más… Soy de este sol que eres, mi solar…
Mi amada es una tierra agradecida. Jamás se pierde lo que en ella se… Toda fe puesta en ella fructifica. Aun la menor palabra en ella da su… Todo en ella se cumple, todo llega…
La muerte lleva el mundo a su moli… Aspas de sol entre los nubarrones hacían el campo insólito, presagiaban el fin del mundo. Giraban margaritas
Qué bien barres mis sueños, cabeza de bruja, cabeza de escoba. ¿Andas arriba o abajo? Levantas polvo, levantas bronca. Buscas debajo de la cama
Una paloma al volar su dorado pico abría; todos dicen que me hablaba, pero yo no le entendía. Dame las alas, paloma,
Acudes a tus ojos porque acudes, los ojos de las noches estrelladas… Y su luz no es tu eco, no lo dudes… es otra luz que mueve tus miradas; desde la luna, arcón de los rosari…
El sol estalla: se derrumba a refrescarse en tu alegría. Revientan olas de tu pecho. Yo me baño en tu risa.
Acata la hermosura y ríndete, corazón duro. Acata la verdad y endurécete