Vengo al aire, del agua, más liger… a reanudar la que se rememora. Saco el pecho en el tiempo. ¿Ves… los cuerpos de esta falsa primaver… ¡Qué pretensión de paraíso fuera
Una paloma al volar su dorado pico abría; todos dicen que me hablaba, pero yo no le entendía. Dame las alas, paloma,
Desatar la canastilla. Subir globos llenos de besos. Ya va quedando el mundo atrás. El fondo de los ojos dá vértigo. Cogerse desesperadamente.
¡Qué bien se hace contigo, vida mí… Muchas mujeres lo hacen bien pero ninguna como tú. La Sulamita, en la gloria, se asoma a verte hacerlo.
El sol estalla: se derrumba a refrescarse en tu alegría. Revientan olas de tu pecho. Yo me baño en tu risa.
Me empiezan a desbordar los aconte… (quizá es eso) y necesito tiempo para reflexionar (quizá es eso). Se ha desplomado el mundo.
Acudes a tus ojos porque acudes, los ojos de las noches estrelladas… Y su luz no es tu eco, no lo dudes… es otra luz que mueve tus miradas; desde la luna, arcón de los rosari…
Mi amada es una tierra agradecida. Jamás se pierde lo que en ella se… Toda fe puesta en ella fructifica. Aun la menor palabra en ella da su… Todo en ella se cumple, todo llega…
Así surges del agua, clarísima, y tus largos cabellos son del mar… y los vientos te empujan, las olas… como el amanecer, por olas, serení…
No soy el viento ni la vela sino el timón que vela. No soy el agua ni el timón sino el que canta esta canción. No soy la voz ni la garganta
Háblame de las calles y de la nochería submarina, que mece allá abajo su cielo. Y el firmamento aquel
La muerte lleva el mundo a su moli… Aspas de sol entre los nubarrones hacían el campo insólito, presagiaban el fin del mundo. Giraban margaritas
Hora extraña. No es el fin del mundo sino el atardecer. La realidad, torre de Pisa,
Mi patria está en tus ojos, mi deb… Pídeme lo que quieras menos que te… Si naufragué en tus playas, si ten… soy un cerdo feliz, soy tuyo, más… Soy de este sol que eres, mi solar…
Subir los remos y dejarse llevar con los ojos cerrados. Abrir los ojos y encontrarse vivo: se repitió el milagro. Anda, levántate y olvida