#Chilenos #Mujeres #PremioNobel #SigloXX
Amo las cosas que nunca tuve con las otras que ya no tengo. Yo toco un agua silenciosa, parada en pastos friolentos, que sin un viento tiritaba
—Niño, tú pasas de largo por la huerta de Lucía, aunque te paras, a veces, por cualquiera nadería. ¿Qué le miras a esa mata?
Si tú me miras, yo me vuelvo hermo… como la hierba a que bajó el rocío… y desconocerán mi faz gloriosa las altas cañas cuando baje al río… Tengo vergüenza de mi boca triste,
Fina, la medianoche. Oigo los nudos del rosal: la savia empuja subiendo a la rosa… Oigo las rayas quemadas del tigre
¿Cómo quedan, Señor, durmiendo lo… ¿Un cuajo entre la boca, las dos s… las lunas de los ojos albas y engr… hacia un ancla invisible las manos… ¿O Tú llegas después que los homb…
Yo dije: “ahora a que la pobre Ma… Ella robó su rostro, ella ofendió… ella cubrió su voz para que no lla… Una voz dijo: “Vive para aprender… Con sólo que camines te la irás en…
Después de la trompa épica, más elefantina que metálica de nuestros románticos, que recogieron la gesticulación de los Quintana y los Gallegos, vino en nuestra generación una repugnanci...
Padre Nuestro, que estás en los c… ¡por qué te has olvidado de mí! Te acordaste del fruto en febrero, al llagarse su pulpa rubí. ¡Llevo abierto también mi costado,
Ha bajado la nieve, divina criatur… el valle a conocer. Ha bajado la nieve, mejor que las… ¡Mirémosla caer! Viene calla—callando, cae y cae a…
Con el mentón caído sobre la mano… el Pensador se acuerda que es carn… carne fatal, delante del destino d… carne que odia la muerte, y tembló… Y tembló de amor, toda su primaver…
Romped la marcha de hierbas que la hierba no rompéis; la muy amante retorna y la danzáis otra vez. Romped cebadas y trébol
Para nadie planta la lila o poda las azaleas y carga el agua para nadie en baldes que la espejean. Vuelta a uno que no da sombra
Mientras tiene luz el mundo y despierto está mi niño, por encima de su cara, todo es un hacerse guiños. Guiños le hace la alameda
Entre los gestos del mundo recibí el que me dan las puertas. En la luz yo las he visto o selladas o entreabiertas y volviendo sus espaldas
A beber luz en la colina, te pusieron por lirio abierto, y te cae una mano fina hacia el álamo de mi huerto. Y he venido a vivir mis días