#EscritoresMexicanos
Espera, octubre. No hables, voz. Abril disuelve ap… La piel de las estatuas en espuma, Aún canta en flor el árbol de las… Y ya tu augurio a ras del mar, tu…
El pañuelo de espumas Del rompeolas me lloraba, ¡adiós!, Y en la noche aquel grito —aquella… ¡Ven! Y mi corazón que era sólo Un temblor que cantaba, en medio,
Pero esta noche el capitán, borrac… De ron y de silencios, Me deja la memoria a la deriva, Y este viento civil entre los árbo… Me sabe amar, me sabe a mar coléri…
Si lo escribió mi prisa feliz, ¿co… Cómo dije: “palomas cálidas de tu… En sus picos leería: brasa, guinda… Pero la luz recuerda más duro su c… Y el aire el inflexible número de…
Ya no va a dolerme el mar, Porque conocí la fuente. ¡Qué dura herida la de su frescura Sobre la brasa de mi frente! Como a la mano hecha a los espinos
Este camino recto, entre la niebla… Entre un cielo al alcance de la ma… Por el que mudo voy, con escondido Y lento andar de savia por el tall… Sin mi sombra siquiera para hablar…
Mosca muerta canción del no ver na… Del nada oír, que nada es. De yacer en sopor de tierra firme Con puertos como párpados cerrados… La tempestad de un mar de lágrimas
La ilusión serpentina del principi… Me tentaba a morderte fruto vano En mi tortura de aprendiz de magia… Luego, te fuiste por mis siete via… Con una voz distinta en cada puert…
Para qué huir. Para llegar al trá… Heroico y ruin de una noche a la o… Por los días sin nadie de una Bag… En la que ya no encontraré mi call… A andar, a andar por otras de un i…
Todavía mis ojos, por tus ojos, En tu alma, como el día del encuen… Que el amor, como siempre, nos pre… Pero ya nunca lo nombraremos. Mejor la insensatez de nuestra efí…
Ni pretendió empañarlo con decirlo Esa cuchillada infamante Que me dejaron en el rostro Oraciones hipócritas y lujurias bi… Que me rodeaban por todos los muel…
Cómo me cantarías sino muerto Al descubrir de pronto bajo el cie… El pensamiento estéril y la tenaz… Si sobre su oleaje ahora atardecid… Surcaron formas plácidas,
Primero amaneció para mis ojos. Que yo estaba caído En la cisterna de tu sueño, Y sin saber voltearme el corazón Y alzarme de puntillas en su vérti…
Tierra que la guarda ahora —Montoncito de tierra Y un poco de savia en los árboles—… Ramas sin marzo, sin viento, Metálicas, más de luna
¡Y pensar, conmovido corazón, Que algún día nefando, los gusanos Han de roerte tus orgullos vanos Y emponzoñar tu fuente de emoción.… Saber la vida tránsfuga, y saber