Cargando...

Nueva nao de amor

I
 
Primero amaneció para mis ojos.
Que yo estaba caído
En la cisterna de tu sueño,
Y sin saber voltearme el corazón
Y alzarme de puntillas en su vértice
A espiar el alba de oro sólo mía.
 
¡Qué sin eco mi llanto, hoy, nublándome
En mi elevada soledad sin ángeles,
Esa aurora que no amanece nunca!
Preferido o celebrado por...
Otras obras de Gilberto Owen Estrada...



Top