#EscritoresEspañoles
Aún te veo, río de mi vida, con los ojos que miran las montaña… Yo era una montaña con almendros montaña solitaria. Y viniste alegre con tu canto
La esperanza me desespera; desesperada espero todavía, de una noche yo no puedo hacer un… disfrazar la manzana en una pera. Lo difícil me atrae, es mi bandera…
Mirad mi continente contenido brazos, piernas y tronco inmesurad… pequeños son mis pies, chicas mis… hondos mis ojos, bastante bien mis… Tengo un lago debajo de la frente,
La gallinita, en el gallinero, dice a su amiga —Cuánto te quiero. Gallinita rubia
Ya ves qué tontería, me gusta escribir tu nombre, llenar papeles con tu nombre, llenar el aire con tu nombre; decir a los niños tu nombre
“El divorcio no es cosa de tres, es cosa de dos que no aciertan a ser uno” *** “Cargada de espaldas
¡espera! ¡no te vayas! ¿De parte de quién es? ¿Quién dij… Besos que yo esperé, tú me has dej… en el ala dorada de mi pelo. ¡No te vayas! ¡alegra más mis flor…
Cristales de tu ausencia acribilla… que se esparce en la noche por el glacial desierto de mi alco… —Yo quisiera ser ángel y soy loba—… Yo quisiera ser luminosamente tuya
Eres tan cursi hija que no hay por dónde cogerte. Hasta en febrero cuando estás desn… adornada de odas y vergeles no dig… Primavera,
En el árbol de mi pecho hay un pájaro encarnado. Cuando te veo se asusta, aletea, lanza saltos. En el árbol de mi pecho
El amor te convierte en rosal y en el pecho te nace esa espina robusta como un clavo donde el demonio cuelga su uniform… Al tocar lo que amas te quemas los…
Soy una mosca, me quiero casar con un mosquito que sepa volar. —Soy un mosquito,
¡Qué barullo en la herida!... ¡Qué suerte si esto que siento fue… y se me quitara bebiendo un vaso d… Es entonces cuando llueve tristeza para ahogar en mi boca
El burro nunca dejará de ser burro… Porque el burro nunca va a la escu… El burro nunca llegará a ser cabal… El burro nunca ganará carreras. ¿qué culpa tiene el burro de ser b…
Presiento la rosa en el tallo dorm… presagio la caricia y presiento la… Y el beso que han de darme, y el llanto no nacido humedece mis dedos