Bivrost
Fulgurosa tormenta que de medianoche desprende sus centellas de cristal;
Eróticas luces de neón que al danzar se dilatan;
Zorros del ártico por la nieve corriendo hacia el lemiscata cenit;
Que se esfuman en su espesar de ferviente resplandor;
Silueta de bailarina que sandunguea sus caderas al calor de la sombras;
Entre sus estrellas marca su sendero cual tímida, fugaz, atrevida.
Color de cuervo que te escondes entre el murmullo del polo norte;
De aguamarina, desnuda, de danzar encantada sobre la pasiva crema;
Fluye como agua, de vida-pasión, de nieve oscura en blanca noche;
Lanzadas flechas como largas glaucas orquídeas;
Pentagrama de tu alma musical, fuego escondido de los dioses del Valhalla;
Siderales surfeantes subiendo las gradas del cielo;
Sinuosas olas de inmarcesibles abedules fervorosos;
Inverosímiles navegantes de la cósmica radiación septentrional;
Espíritu de los caídos al firmamento elevándose;
Su mirada que provoca una electricidad de esmeralda;
Resoplido del sol explotando sus electrones;
Verde velo que vuela en el viento;
Ondulada vereda hacia el mundo de Asgard;
Linterna de los dioses, un terremoto celestial, un pasaje hacia el cosmos;
Un amanecer del norte,
una señal del aura de la Tierra.
