Me deslizo sobre las hojas del oto… Sus tonos ocres se fracturan, dibu… Todos los verdes nos rodean en est… nos acompañan mientras me acerco,… Ya casi puedo distinguir las densa…
Hagamos el amor desde el alma volcada, con los ojos cerrados y los labios abiertos. Juguemos a que no nos conocemos...
No moriré. Está decidido. Esperaré el sortilegio de: —un firmamento de sol y luna confu… —dientes de león, jugando con el v…
Para olvidarte no escribo. No estás en mis pasos lentos, ni vas de prisa en los rápidos. No dejo mis huellas para que no las sigas, soy éter.
La bruma del bosque eterno engulle… se toman de la mano ante esos pino… y ante el tan alto laberinto irres… La soñada meta es la falúa que des… Los cantos de los pájaros a los qu…
Como mis copas favoritas en el momento del brindis suenan los impactos de las gotas sobre el cristal frontera del paisaje eterno en mi mente
Dos ángeles se han encontrado, han cruzado a fuego las miradas. Ambos vienen de tierras extrañas, en las que han resistido el embate de cada duro ataque hasta el alba.
Sonrío y me resigno, te veo en mí,… Cual lágrima cayendo, vibrando int… detienes cada tiempo, haces en mi… Sonrío y recomienzo, mi silencio g… ¡Que no se me desborde de adentro…
Tus manos, un cincel, me hicieron escultura de arcilla y filigrana. Mi barro es de tus búsquedas, tu plata es mi sonrisa,
Tú, luz de mi vida, color en mis sueños, de los pensamientos el centro. Tú, no existes. Fuiste creado por el destino
En todos los idiomas de mi averno ¿los mil nombres rubí de tu triste… caricias para sueños de mujer. Las esmeraldas de esos ojos bravos convirtieron el fuego en mi placer…
Luna febril y oscura, alborotas lo… que se escurren desde las sombras… hacia los cántaros perfectos. Y los labios dormidos y azules mus… nombres de amores íntimos conocido…
Versión “mejorada”. Alfonso J Pa… Haiku 1 Hoy llega mayo, la luz envuelve todo. Sol de soledad.
Ahogo áspero por las despedidas que no se convirtieron en miradas eternas. Presión en el pecho por las palabras que me alejaban en cada una de ellas. Temor de no volver a olvidar mi ese...
En cuclillas, mis manos acarician… de aristas romas y color irreal... Y los diminutos e infinitos granos… hacen rugoso mi tacto... se llevan… y voy quedando en paz.