Miré el reloj, eran las 4:33 am, así que me preparé para dormir, apagué la luz y me di vuelta hacia la ventana, fue ahí donde todo comenzó de manera automática. Aquella noche fue más larga de lo habitual, lo sentí, se trataba de una pesadilla interminable... O tal vez no lo era.
Me encontraba en un tiempo ajeno al mío, no era 2023, ¿Qué es esto? –pensé–, ¿Qué año era? ¡1973! ¿Cómo lo supe? En la TV se encontraba él, aquél a quien vi morir el 2006... ¡No puede ser verdad! –exclamé–
(Toc toc) suena la puerta... ¿Quién será? ¿Qué ocurre si es personal de la DINA? pienso. Abrí, y se trataba de dos hombres, indicaron que debían interrogarme porque buscaban a alguien, ¿A quién buscan?, De pronto perdí el conocimiento. No sé cuánto tiempo debió haber pasado, pero desperté en un lugar enorme que se me hacía conocido... Era el Estadio... El Estadio Nacional... Esto no puede ser verdad, volví a pensar.
Vi gente torturada, otra que venía saliendo de uno de los camarines junto con un guardia, y venía aún tiritando, le habían aplicado corriente. Pronto sería mi turno... Por casualidad noto que en la parte inferior de uno de los asientos de la galería había un botón ¿Qué ocurrirá si lo presiono? ¿Será una trampa para que lo hagamos y vengan a torturarnos por querer escapar?, lo presioné, y de pronto todo cambió de manera radical, las puertas del estadio estaban abiertas como si nada ocurriese.
Salimos del Estadio, ¿Qué fue todo esto?... Habían pasado 50 años, era 2023 ¿Cuándo ocurrió todo esto?, Solo recuerdo haber presionado un botón del asiento... Todo había sido un engaño, fue la noche más larga, tan larga, tan larga, que duró en total 50 años...