Cariño.
Cariño por esas personas que se relajan escuchando caer la lluvia, que miran al otoño y desean un café, que prefieren frente al calor o frente al frío, estar cómodamente tibios. Cariño por quienes escuchan música en el colectivo, creándose un soundtrack variado para su película privada. Cariño por quienes sienten pasiones tan insostenibles que les es imposible no ponerse levemente, o fuertemente, tristes por no poder compartirlas...
Cariño o simpatía, o amor, por el que escribe. Por el que lee. Y por quienes recuerdan, luego de despertar, sus sueños. Por quienes no se dejan llevar por la fatal, inmensa, perversa mayoría. Por quienes nadan en la corriente, diagonalmente, a su particular orilla. Y a quienes recuerdan, cariño. A quienes sonríen y piden permiso, cariño. A quienes cambian: admiración y mi puerta abierta...
Cariño por quienes miran ventanas y paisajes, a través de lo que sea...
Amor, profundo amor a quienes miran cada noche hacia las estrellas.
Ni odio ni repudio: indiferencia a quienes caminan avenidas sin dar la vuelta o detenerse.
Finalmente, tristeza por quienes se olvidan.
