No es incorrecto deducir al más doloroso de los casos del amor como un resultado de la búsqueda constante de uno mismo. Allí es donde persevera la esperanza. Corderos de la sombra aú...
...y... pero... roto sol sin embargo, luz negra tras la ima… abismo que vomita superficialidade… tan magnificentes:
un pie cualquiera una mano cualquiera una nariz como todas una sonrisa diferente unos ojos como nadie
...ella (olvide decirlo antes) tenía los ojos miel, color miel. Me refiero, por supuesto, al marrón frente al sol, al color que toma el agua del té en la mañana; podría decirse que tení...
En Buenos Aires se ve caer la llu… La gente pasea por la calle con pa… Al frío trote, y paran bajo techos o bajan escaleras hacia subtes muy… se ve en la gris oscuridad del día
Queriendo liberarme, comienzo a di… de mi próxima atadura: quiero c… La soledad puede ser libertad. A… a mi propia mano y dentro de mi pr… El nudo del futuro será el Amor,…
mirando al sol todo se enrojecí… la mano entre un ojo oscuro y u… mostraba la sanguínea luz de lo… se era una mañana muy de día… las palabras eran claras, exage…
Luego, por la tarde, las veredas d… Desatando del ruido las palabras e… en el tiempo que no para. En la tarde enmarcada donde se cru… pensando, decidiendo, entre mis pi…
Mis aventuras en el silencio son,… Hay un descenso desde este día, un… un enojo que pasa a aburrimiento,… y un quedarme quieto entre sentimi… como un cazador detrás de sus ojos…
Brilla el presente. Todavía aquí… La nube flota también, blanco bajo… El calendario marca la identidad d… con la identidad de aquel otro día… En el cementerio de los días, siet…
Internándose, la mirada se refleja entre el celeste, el gris, del día nublado—
Tu aspecto se perderá en el tiempo… ¿Por qué dedicarle más tiempo a có… que a lo que dices?
Nadie quiere al poeta que llora al poeta que deprime dan tantas palabras que al fin son sólo eso... nadie lo quiere, pobrecito.
Alrededor de lo común tu boca centellea palabras, acalla palabras, miran mis ojos tus ojos y mi cuerpo mira tu cuerpo.
Cómprame un helado, carajo, y lleváme a los extremos volcanes. Dame el vaso acuático, mi frutilla serpentina se reseca.