Daniel Rabinovich
[...] de noche pasa la voz a mover los dedos noche brutal brutal noche en la que pasan los dedos por mis brazos
sufro el mundo y es bueno tenerte como una casa rodante como un fruto de dulce silvestre entre mis manos
¿Cómo, cómo vencer? Pues fracasa. Comete el error que dará pie al co… Golpea el pecho contra el suelo, l… Dolor, el doble de dolor, la vida…
soy tan frágil en esta tierra, en… una articulación de cosas muertas que se mueven que no se moverán la vida es más corta que el tiempo
Me he puesto como tierra a dormir… y el sepulturero me hiere justo en… el corazón, la tumba, y las manos incansables, el talón… la longitud ensordecida
La luna, frente a la imagen de lo… el ancla de lo posible.
Está Analís medio-dormida, se sirve en la cafetera de la noch… aquello amargo de los sueños: se caen de su casa algunos objetos… no pueden detenerse, empezaron en…
A ti la luz te salpica pinturas: ves a través de un cuadro siluetas de personas que, en tu verdad, quisiste.
Todo: incluye la caricia matutina, los arboles en las horas del sol y de los sueños; los triunfantes aviones de plumas
Todas. Todas esas casas alejándose, en la corriente. Derrumbados puentes, y moscas mansas...
El silencio pesa en la noche. Duermen los despiertos. Hay perros que ladran, luna brillante, y varios signos que esconden la inexplicable belleza de algún sonido, o su terror posible. N...
Ah, oscurecido al instante pienso... La mañana La tarde La saliente
(Después de lo dicho, lo no dicho) ... también este poema es tu recue… algo cuyas palabras el silencio hu…
En esta casa vivir en sufrimiento. Nacer en esta casa. Levantar los muros más violentos..… Pero—también—dormir y abrir la pue… soñar en la ventana.
Abrir el jardín del pasado y regar bajo el sol una flor nueva…