#Cubanos
Cuando angustiado gimo En esta ausencia impía, Escucha, amada mía, La voz de mi dolor. Y cuando aquestos versos
Triunfante Sila, cuyo carro fiero En las ruedas giró de la fortuna, La antigua libertad desde tu cuna Fue tu divinidad, tu amor primero. Pero la Roma vil en que viviste
Templad mi lira, dádmela, que sien… En mi alma estremecida y agitada Arder la inspiración. ¡Oh! ¡cuánt… En tinieblas pasó, sin que mi fren… Brillase con su luz...! Niágara u…
¡Libertador! Si de mi libre lira Jamás el eco fiero Al crimen halagó ni a los tiranos, Escucha su himno de loor que inspi… Ferviente admiración. Alto, sever…
¡Oh! Cuán puro y sereno despunta el Sol en el dichoso día que te miró nacer, ¡Esposa mía! Heme de amor y de ventura lleno. Puerto de las borrascas de mi vida…
Cuando en el éter fúlgido y sereno Arden los astros por la noche umbr… El pecho de feliz melancolía Y confuso pavor siéntese lleno. ¡Ay! ¡así girarán cuando en el sen…
Dulce hermosura, de los cielos hij… don que los dioses a la tierra hic… oye benigna de mi tierno labio cántico puro. La grata risa de tu linda boca
Candorosa virtud meció su cuna, Fiole Clío su pincel sagrado; Su espada Temis. Contrastó indign… Al sangriento poder y la fortuna. Siempre fue libre. De su frente p…
De Roma esclava defensor augusto, De Utica en la ribera miserable Opónese Catón, inexorable A César vencedor y Jove injusto. Ajeno de furor, libre de susto,
¿Qué tristeza profunda, qué vacío siente mi pecho? En vano corro la margen del callado río que la celeste Lola al campo se partió. Mi dulce amiga…
¿Quién hay, mujer divina, Que al mágico poder de tus encanto… Pueda ya resistir? El alma mía Se abrasó a tu mirar: entre la pom… Te contemplé del estruendoso baile…
¡Ay! ¿es verdad? ¿La delicada man… Que al dulce beso del amor convida… Y en sed inflama el anhelante labi… Mis versos escribió; y este consue… Al insano pesar que me devora
Témplase ya del fatigoso estío El fuego abrasador: del yerto polo Del septentrión los vientos sacudi… Envueltos corren entre niebla oscu… Y a Cuba libran de la fiebre impu…
¿Aún guardas, árbol querido la cifra ingeniosa y bella con que adornó mi adorada tu solitaria corteza? Bajo tu plácida sombra
Yo te amo, Sol: tú sabes cuán goz… Cuando en las puertas del oriente… Siempre te saludé. Cuando tus ray… Nos arrojas fogoso Desde tu trono en el desierto ciel…